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Ecosistema laboral

ecosistema laboral

El reto vital que nos plantea la pandemia hará que en el futuro inmediato se requieran profesiones nuevas o adaptaciones, más o menos radicales, de profesiones clásicas. En otras palabras, es previsible que tras la crisis surja un nuevo ecosistema laboral.

Aunque nadie sabe aún con certeza cuándo será el fin de la crisis de salud y de qué forma se va a reconfigurar la economía, sí hay indicios de que para volver a la “normalidad” -o, mejor dicho, establecer una nueva normalidad-, aún faltan varios meses.

Está claro que habrá una recesión y que en el corto y mediano plazo se producirán cambios en las pautas de consumo. Lo que se impone actualmente es adquirir lo necesario y, por lo tanto, brindar lo necesario, antes que nada. El nuevo ecosistema laboral tiende a organizarse en torno a esa premisa.

El nuevo ecosistema laboral

home office

Es probable que el primer gran cambio en el ecosistema laboral tenga que ver con una decisiva introducción del Home Office en todos los sectores que soporten esta modalidad. No solo porque esta es una medida que protege contra eventuales reactivaciones de la pandemia, sino porque el ensayo forzado al que llevó la cuarentena mostró que puede ser un mecanismo eficaz.

Así mismo, es previsible que toda la economía se organice en torno a satisfacer las necesidades básicas de la gente, en términos de productos y servicios. Sin embargo, estas necesidades básicas han cambiado, tanto por la forma como se desenvuelve el mundo de hoy, como por la propia pandemia.

Muchas empresas tendrán que modificar su forma de operar. De igual manera, más que nunca los productos y servicios deberán prestarse de una manera diferente, garantizando, ante todo, la seguridad sanitaria.

Cómo crear un ecosistema laboral

locaciones

Un ecosistema de trabajo consiste en una organización que cuenta con distintos espacios y locaciones distribuidas geográficamente donde los trabajadores interactúan, prosperan y colaboran integrados en función de un objetivo común.

Del mismo modo que ocurre en los ecosistemas biológicos, los ecosistemas de trabajo cuentan con recursos e individuos que se relacionan constituyendo distintas comunidades cuya dinámica se modifica de acuerdo con las exigencias que les impone su entorno.

En la naturaleza, cuanto más vasta es la gama de recursos y variables que mantienen vivo un hábitat, más amplia es la diversidad de resultados y mayores son sus posibilidades de sobrevivir y prosperar. De la misma forma, una organización capaz de ofrecer una variada oferta de espacios y locaciones –donde tanto los empleados a tiempo completo como los trabajadores bajo demanda se sienten comprometidos, productivos y respaldados por los recursos físicos y digitales adecuados– logrará un mayor florecimiento de ideas, innovación y estrategias creativas.

Además, para trabajar exitosamente como un ecosistema, cada integrante necesita conocer de qué manera impacta su tarea dentro de su comunidad de trabajo y dentro del todo más amplio que es la organización. El sentido de propósito es el cemento que une, le da sentido y dirige el esfuerzo colaborativo.

Pero para lograr alinearse en torno a un objetivo compartido combinando la experiencia y los conocimientos de muchas personas trabajando de forma distribuida, no basta solo con contar con los espacios y los recursos adecuados –aunque es una condición fundamental–. También es necesario fomentar la autonomía, la responsabilidad y la autoorganización, y asegurarse de que las distintas redes se mantengan conectadas, compartan información y apoyen el trabajo de los demás.

En este nuevo escenario postpandemia, el Home Office será una extensión del ecosistema de la organización. Dado que trabajar desde casa seguirá siendo una opción –incluso cuando muchas empresas ya se preparan para regresar a la oficina–, también habrá que poner en marcha las estrategias esenciales para lograr un teletrabajo exitoso: asegurarse de que los empleados tengan el entorno adecuado y las herramientas necesarias para respaldar una integración eficaz.

Cambios para conformar ecosistemas laborales.

espacios multidisciplinarios

Los espacios de trabajo se están transformando, el nuevo concepto de ecosistema laboral se pronuncia a favor de los espacios abiertos y multidisciplinarios, es decir, se están quedando atrás los cubículos cerrados, a fin de lograr una mayor participación e interacción entre los colaboradores.

No obstante, en muchas organizaciones aún priman las prácticas estructuradas de la fuerza laboral que siguen trayectorias profesionales lineales, con el fin de crear valor para la empresa.

En este sentido, los autores mencionan que gestionar eficazmente estos ecosistemas va más allá de unificar las distintas prácticas para organizar a todos los colaboradores que participan en la empresa, ya sean de manera interna o externa; por ello, presentan cuatro cambios para conformar ecosistemas laborales.

Colaboradores externos

colaboradores externos

Uno de los principales cambios que se espera en las organizaciones es que se incremente el número de trabajadores que realicen las actividades de manera externa, esto aunado al aumento de las plataformas que facilitan la contratación de empleados eventuales.

Sin embargo, este cambio representa para las empresas el reto de mantener sus valores y una cultura corporativa coherente cuando un gran número de colaboradores son ajenos a la misma.

Integración de los equipos
En los ecosistemas de trabajo, los empleados están distribuidos de manera estratégica, en los que se relacionan, interactúan y colaboran en función de un objetivo. Para trabajar de manera exitosa, cada uno de los trabajadores debe ser consciente de cómo impacta su función en el resto de la organización.

Fomentar la autonomía
Si bien los espacios de trabajo son fundamentales para que los trabajadores tengan un buen desempeño, resulta necesario fomentar en ellos la autonomía, la responsabilidad y la organización, además de garantizar que las diferentes áreas se mantengan conectadas y compartan información entre sí.

Cambios en la estructura
Cada vez más empresas otorgan mayor relevancia a las habilidades de los colaboradores y al trabajo en equipo, por ello, la mayoría utiliza los mercados de talento interno a través de los cuales los trabajadores desarrollan sus habilidades y ganan experiencia; de este modo, empoderan a los empleados y crean oportunidades para aprovechar la mano de obra en proyectos específicos.

De cara a la nueva normalidad

ubicuidad de la tecnología

No hay duda de que se avecina un cambio radical en la forma de trabajar. Los días de la oficina basada en una cultura monolítica en la que las personas tienen roles, horarios y lugares de trabajo fijos, llegaron a su fin.

Frente a este panorama, ¿cómo deberán prepararse las empresas de cara al futuro inmediato? Al aceptar que la situación actual ya no es excepcional sino que formará parte del modo en que vamos a vivir, trabajar y aprender durante mucho tiempo, será imprescindible pasar de los entornos distribuidos a la integración en verdaderos ecosistemas de trabajo.

La clave para responder a la mayor demanda de flexibilidad será adoptar una estrategia organizacional capaz de ofrecer diferentes opciones, incluyendo una variedad de locaciones donde el lugar de trabajo ya no será una ubicación única sino una constelación de diferentes ámbitos y experiencias. Se podrá trabajar desde cualquier lugar, ya sea en casa, en la oficina o en espacios de trabajo compartidos gracias a la ubicuidad de la tecnología. No obstante, la oficina no desaparecerá; cambiará su configuración y su funcionalidad, pero continuará siendo el foco de la experiencia social.

Fuente:
Contract Workplaces
La mente es maravillosa.
Mundo ejecutivo.

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