¿Quieres modernizar la gestión de tu empresa para obtener resultados más satisfactorios y aumentar la productividad de tus empleados? Una estrategia que viene ganando fuerza entre los gestores es la de empowerment. El empowerment implica desburocratización, descentralización, flexibilización e innovación. Su objetivo es dar más poder de decisión (empoderar), autonomía y posibilidades de participación a los empleados de todos los niveles en la estructura de una empresa. Estas mejoras se alcanzan a través de la delegación de autoridad y de responsabilidad, fomentando la colaboración entre diferentes niveles jerárquicos y la propagación de confianza entre los liderados y los líderes. El concepto se basa en cuatro puntos principales: El primero es el poder. Para que el empowerment funcione, el gestor debe delegar autoridad y responsabilidad en todos los niveles de la empresa. Esto significa dar importancia y confiar en las personas, darles libertad y autonomía de acción. El segundo es la motivación. Reconocer el buen desempeño, recompensar los resultados y celebrar el alcance de las metas es importante al aplicar este concepto de administración. El tercero es el desarrollo. Los colaboradores deben recibir una capacitación permanente, ya sea a través de nuevas informaciones y conocimiento, cursos o mediante una política de retención de talentos dentro de la compañía. El cuarto se basa en el liderazgo. Para que el empowerment funcione, las decisiones no pueden ser centralizadas. Las empresas tienen que dar la posibilidad de liderazgo a los empleados para que los procesos sean más eficaces y que los colaboradores se sientan más útiles. Fuente: |
Cómo hacer empowerment en tu empresa | Ventajas y desventajas del empowerment