El Director General o Jefe de la Policía de Buenos Aires ha querido dar, según leemos en La Prensa de aquella gran metrópoli, una lección educativa a sus subordinados para establecer las condiciones que, a su juicio, constituyen el verdadero mérito para lograr un ascenso. Sobre los años de servicio pone las aptitudes; doctrina ésta que se ha popularizado por medio del siguiente apotema: "La aptitud suple la antigüedad". A fin de establecer lo que entiende por aptitudes superiores, el Jefe de la Policía bonaerense ha escrito un diálogo a la manera platónica; lo ha hecho escribir en grandes carteles murales y lo ha mandado fijar en todos los cuarteles de su mando. He aquí el diálogo: La escena ocurre en una de nuestras grandes casas comerciales. Un empleado pide autorización para presentar una queja al director general. --¿Qué hay? El director le interrumpe: --¿Quiere usted averiguar la causa de ese ruido? El empleado sale a la calle y regresa diciendo: --Son unos carros. Después de una nueva salida el empleado vuelve diciendo: --Unas bolsas. --¿Qué contienen las bolsas? El empleado hace otro viaje a la calle y vuelve diciendo: --No sé lo que tienen. Cuarta salida y responde: El director llama al joven X y le dice: --¿Quiere averiguar la causa de ese ruido? El empleado X sale y regresa cinco minutos después manifestando: --Son cuatro carros cargados con bolsas de azúcar, forman parte de las quince toneladas que la Casa A remite a Mendoza. Esta mañana pasaron los mismos carros con igual carga. Se dirigen a la estación Catalinas; van consignados a... El director, dirigiéndose al empleado antiguo: --¿Ha comprendido usted? |
¿Qué es la iniciativa? | La carta a García
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