Estas casado y piensas poner un negocio? Muy bien, pero antes de dar el primer paso, tú y tu parejan deberán hacer lo siguiente para evitar problemas graves: - Platiquen acerca de los cambios. Platicar con la esposa (o esposo) acerca de los planes de poner un negocio es fundamental. La mayoría de los divorcios ocurren por problemas financieros.
El hecho de abandonar un empleo y emprender un negocio conlleva un enorme cambio: Ya no hay "Dia de pago" seguro. Cuando una persona es empleada, su obligación es cumplir con sus funciones poniendo todos sus conocimientos y experiencia, y a cambio de ello, recibe su pago. Un emprendedor, en la fase inicial del negocio, debe hacer lo mismo. Pero además debe asegurar la cobranza a los clientes, cubrir los pagos de sus empleados y proveedores, y si sobra, cubrir su propio sueldo. El cambio es bastante fuerte. Hablen del posible fracaso. Si haces las cosas bien, tienes una enorme probabilidad de éxito. Pero la realidad es que cada año muchísimos emprendedores cierran su negocio. - Balance entre negocio y familia. La presión por conseguir el éxito puede ser inmensa, y muchos emprendedores trabajan horas extras para mantener el negocio funcionando, incluso con pérdidas. Y mientras la empresa absorve el tiempo, energia y atención del marido, éste se olvida de muchas otras cosas. Las esposas estan en casa cuidando y educando a los hijos. Y el pleito comienza. El argumenta: "No valoras mi esfuerzo para traer pan a la mesa". Ella reclama "No nos tomas en cuenta ni a mi ni a tus hijos". El abandono de la familia es otra causa frecuente de divorcios. Si no se logra el balanza con la familia, puedes quedar en bancarrota. Puedes convertirte en millonario, pero será un éxito que no valdrá la pena. Recuerda definir tus prioridades.
- Emprendiendo juntos. Trabajar juntos en el nuevo negocio puede ser un arma de dos filos. Antes de tomar esa decisión debende aprender a separar el negocio de lo sentimental. Los malentendidos en el negocio no se deben llevar a casa. Y los enojos familiares no se deben llevar a la empresa. Si alguno de los dos no tiene suficiente inteligencia emocional para saber separar los problemas, es mejor no emprender juntos. Si una vez que ya emprendieron se dan cuenta que no pueden poner cada cosa en su lugar, es mejor que alguien deje el negocio por el bien de éste y del matrimonio.
Pero por otro lado, si juntos se complementan en el negocio, será un éxito al doble. El trabajo y el triunfo en equipo en el negocio puede ayudar a que se aprenda a trabajar juntos en casa. - Por último, hay que recordar que el trabajo es una rebanada de la vida, no el pastel completo. No hay nada tan dañino que cuando los esposos al salir del negocio se encuentran en casa ya cansados. La monotonía y aburrimiento son mortales para la pareja.
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