El organismo de los seres humanos está preparado para trabajar de día y descansar de noche. Por este motivo, durante la noche disminuyen las aptitudes físicas y mentales de las personas, y mantenerse despiertos y realizando una actividad que requiera concentración supone un mayor esfuerzo del que necesitarían durante el día para hacer lo mismo. La actividad laboral en horarios antisociales o nocturnos, condiciona al individuo a padecer molestias o trastornos tanto en el trabajo como fuera del mismo. Esas molestias o trastornos, incluso son un factor de riesgo que pone en peligro la salud, y este riesgo es muy acentuado en personas que trabajan durante la noche. Las manifestaciones inmediatas, suelen ser anomalías a las cuales el individuo no suele dar demasiada importancia. Éstas son consecuencia de la capacidad que tenga cada uno en conciliar la vida social y familiar con la laboral. Síntomas de alteraciones - Estrés. Ciertas funciones corporales (ritmo circadiano) están sujetas a la luz de día, por lo que se ven aumentadas de día y disminuídas de noche. Las nombramos a continuación: - Temperatura. Es importante señalar que además cuando los horarios son rotativos, el trabajador no tiene el tiempo necesario para poder adaptarse a los diferentes turnos y es ahí cuando comienzan a manifestarse las dificultades o trastornos psíquicos o corporales. Fuente: |
Trabajo nocturno | Consejos para sobrellevar horarios nocturnos