Por lo general en los turnos de noche los salarios son superiores y algunas personas, por sus circunstancias personales, incluso prefieren este horario. Sin embargo, los especialistas advierten de las repercusiones que tiene sobre la salud el hecho de no dormir durante la noche. Por eso, si no hay más remedio que trabajar en turno de noche, al menos se deben seguir una serie de recomendaciones que contribuyan a paliar las consecuencias en la medida de lo posible: Duerme las horas necesarias, como mínimo, seis horas diarias, con independencia del turno que realice. Si no es bastante para que te sientas bien, deberás incrementar el número de horas. Además de dormir, también te sentirás mejor si descansas lo suficiente, porque de esta forma se recupera el desgaste físico y se alivia la fatiga. Prepara el dormitorio para que tenga las condiciones adecuadas de luz, temperatura y aislamiento acústico que faciliten conciliar el sueño. Siempre que sea posible procura que tu dormitorio esté situado en el lugar más tranquilo de la casa. Puedes utilizar tapones para los oídos para minimizar los ruidos que no puedas evitar. Establece un horario regular para dormir, precedido de acciones rutinarias, como lavarse los dientes, ducharse con agua caliente, leer un rato. Esto sirve para que el cerebro asocie estas actividades con el momento de dormir. Prueba con distintos horarios si le resulta difícil dormirse. Si no consigues dormir suficientes horas seguidas, inténtalo fraccionando el descanso y echando una siesta antes de entrar a trabajar, por ejemplo. En este caso debes asegurarse de que estás suficientemente alerta para comenzar la jornada laboral, ya que una breve siesta, cuando no se ha dormido lo suficiente, puede hacer que te sientas somnoliento. No es bueno acostarse con hambre, es mejor que comas algo antes, pero debe ser ligero porque una digestión pesada puede dificultar conciliar el sueño. Tampoco bebas alcohol porque, aunque en principio provoca somnolencia, después causa despertar precoz y le impedirá dormir lo suficiente. Las personas que convivan en la misma casa deben respetar al máximo tus horas de sueño, y no realizar actividades ruidosas, como pasar la aspiradora, poner la lavadora o escuchar la televisión o la radio a un volumen que perturbe tu descanso. Aprende métodos de relajación que te ayuden a desconectar del trabajo antes de meterte en la cama. Practica algún deporte o, por lo menos, realiza una actividad física entre moderada e intensa de forma regular. Esto te ayudará a mantener tu salud y a dormir mejor. Organiza tu calendario de manera que puedas dedicar tiempo a tu familia y amigos sin que te resulte agotador. Una jornada laboral que no coincide con la del resto de personas del entorno, puede provocar aislamiento social, originar trastornos emocionales y ser motivo de divorcio, entre otros problemas. Limita el consumo de cafeína y otros estimulantes. Aunque durante tu jornada laboral puedan resultar de ayuda para mantener la concentración, su efecto puede prolongarse e interferir con tu descanso. Procura mantenerte bien hidratado durante el turno de trabajo, bebiendo agua con regularidad. Si tienes hambre, toma algo ligero (fruta, un yogur, cereales, un puñado de frutos secos) y evita ciertos alimentos como las patatas fritas, los bocadillos de embutidos grasos y los dulces, que podrían hacerte ganar peso y afectar a tu salud, al elevar los niveles de colesterol. Fuente: |
Consecuencias de trabajar en horarios nocturnos | Beneficios de trabajar en horarios nocturnos