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Hábitos para ser más productivo trabajando menos

más productivo trabajando menos horas

La cuestión planteada es, entonces, ¿cómo ser más productivo trabajando menos horas? ¿Cómo trabajar de manera más eficiente en menos tiempo?. En un principio puede resultar paradójico, pero verás que no es así. El secreto es aprovechar al máximo cada minuto para hacer tanto como nos sea posible de forma eficiente. Esto significa que deberás mantenerte enfocado y concentrado en lo que estás haciendo durante tus horas de trabajo, pero evitando los excesos. Quedarnos frente a la pantalla, agotados y tomar siete tazas de café para mantenernos despiertos no es la solución.

Muchas veces nos vemos saturados por la carga de trabajo que acumulamos y, en ocasiones, pensamos que los días deberían tener 48 horas. Pero esto no es necesario.

El tiempo es oro. No importa qué estemos haciendo, pero el tiempo tiene un valor incalculable y, cuando seas consciente de ello, intentarás encontrar maneras de ser más productivo. Muchos expertos nos bombardearán con cientos de tips y una lista interminable de hábitos que tenemos que incorporar a nuestras mañanas, pero seamos sinceros: hacer tantos cambios de una no es viable.

Sin embargo, hay dos trucos infalibles que sí o sí debes probar para hacer más cosas en mucho menos tiempo, y mejorar tu productividad y eficiencia. Quienes lo han probado afirman que les ha ahorrado hasta 25 horas de trabajo a la semana.

El bloqueo de tiempo

el bloqueo de tiempo

Puede ser que no te suene, pero el llamado bloqueo de tiempo es algo muy sencillo. Es una técnica que consiste en dedicar franjas de tiempo específicas a determinadas tareas o actividades a lo largo del día. Suelen ser periodos de tiempo de entre 15 a 30 minutos, y ello nos crea inconscientemente una presión de realizar algo determinado en ese tiempo.

De esta forma, dejaremos de saltar de una tarea a otra constantemente, lo que baja de forma notable nuestra productividad y, en su lugar, nos daremos cuenta de que, al final del día, habremos terminado todas las tareas que teníamos pendientes.

Si hay actividades que no podemos hacer en 15 o 30 minutos, simplemente tendremos que adaptar el tiempo a cada tarea, puedo usar una hora o dos. Tenemos que mentalizarnos a nosotros mismos que ese tiempo no será para nada más, únicamente para el proyecto en el que estemos inmersos. No vale contestar a un e-mail, ni mirar una notificación de Instagram, ni ir a prepararnos un café.

Se trata de ignorar las distracciones que no tengan nada que ver con el trabajo que estemos haciendo en ese determinado momento. Por supuesto, tenemos que organizar con antelación qué es lo que vamos a hacer y cuándo vamos a hacerlo. Si vamos con esa mentalidad, también mejoraremos nuestra concentración inconscientemente, lo que, al final, será bueno para ser más productivo.

La regla de los dos minutos

la regla de los dos minutos

La regla de los dos minutos puede parecer algo tonta, pero en realidad es muy útil ¿No les pasa que las tareas más pequeñas son las que más pereza nos dan? Al final, tendemos a ir acumulándolas y retrasándolas, y llega un día en el que nos encontramos con 50 pequeñas tareas para hacer.

La regla de los dos minutos consiste en que, si hay algo que tardamos en hacer menos de dos minutos, debe ser lo primero que hagamos en el día. No vale esperar, ni posponerlo, ni siquiera debemos apuntarlo en nuestra lista de cosas para hacer. Simplemente debemos hacerla inmediatamente.

Pueden ser cosas del trabajo, como responder un e-mail o apuntar un evento en el calendario; pero también tareas del hogar, como poner una lavadora, sacar la basura o sacar un tupper del congelador por la mañana. Pequeñas cosas que, si las hacemos en el momento, nos ahorrarán mucho tiempo a la larga, porque no se acumularán y no nos distraerán. Además, nos libraremos de ese ruido en nuestra cabeza que nos recuerda que no nos debemos olvidar de hacerlas.

Lo bueno es que, haciéndolas inmediatamente, también sentiremos satisfacción y la sensación de haber completado algo, aunque sea mínimo.

Aplicando estas dos estrategias en nuestro día a día podemos mejorar nuestra productividad de una forma increíble, ahorrándonos horas y horas de trabajo. Al principio será difícil adquirir el hábito, pero cuando seamos constantes y lo hagamos, no habrá vuelta atrás. Nos ayudará a tener mejor calidad de vida y más tiempo libre.

Fuente:
GQ
Redbooth.

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